Bienvenidas

¡Buenas chicas y chicos! (Por si hay alguno jeje)
¿Qué tal?
Soy Veronica, y este es un blog para nosotras.
Aquí me reuniré con vosotras una vez a la semana para escribiros sobre todos aquellos asuntos que a nosotras las mujeres nos importan, siempre con notas de humor.
Asi que si me lee algún hombre que no se enfade mucho, pero estáis invitados a comentar por supuesto.
GRACIAS A TOD@S

domingo, 21 de agosto de 2011

HABITACIÓN 304

Un día decides que quieres regalarle a tu chico algo especial, pero que al mismo tiempo puedas disfrutarlo tú.
Y piensas, ¿qué podría ser?
¡Ah! ¡Claro, ya está!
Una súper noche en un hotel con spa.
Tú estás en tu casa pensando en comprarte un conjuntito de ropa interior (sexy porque no) incluso antes de hacer la reserva… las mujeres somos así para estas cosas reconozcámoslo.
Total, reservas una habitación en el hotel y pagas un plus para que en la habitación pongan bombones, cava y pétalos de rosa por la cama; e incluso reservas el spa una horita para los dos a puerta cerrada; los dos solitos en un jacuzzi (la de cosas que se pueden hacer amiga).
 Todo perfecto y súper romántico estarás pensando… sí, pero también lo haces con el deseo de que sea una noche inolvidable y tener mucho, mucho sexo.

Entonces tú, súper emocionada (y ansiosa) le cuentas a tu chico la sorpresa y él dice:
-          ¡Vamos a poder follar en el agua!
A lo que tu respondes con un:
- Eee..e…¡si! (flipando un poco, pero reconoce que te gusta la idea)

Quedan días, incluso semanas, y ya estas preparando la bolsa para pasar esa noche fuera y piensas en el modelito que te pondrás, la ropa interior, y ¡ojo! muy importante, el bikini que usarás para la horita que tenéis de spa para los dos solitos.
Y ¡por fin! Llega el gran día, bueno la gran noche.
Hacéis la entrada en el hotel cogidos de la mano, estas pletórica, estás guapísima y llevas puesto ese conjuntito de ropa interior que te compraste hace dos semanas y que has estado reservando para ésta noche.
El recepcionista os dice la hora que tenéis para el spa y os indica la habitación.
Son tres pisos hasta llegar a tu santuario del sexo y en el ascensor tu y tu mente romántica-pervertida os estáis imaginando la entrada en la habitación como si de un capítulo de “Sexo en Nueva York” se tratase.
Te imaginas entrando, tu chico besándote, desnudándote, arrancándote el tanga (¡joder que es nuevo!), y dándole al tema…

Pero… nada más lejos de la realidad.
Llegáis a la puerta de la habitación, abrís y dejáis la bolsa a un lado, y sonríes esperando que él por lo menos te dé las gracias o que al menos te diga que la habitación es preciosa o que abra la botella de cava (que te han robado porque menudo precio) y brindéis por los dos.
¡Pues no! ¡no pasa nada de eso! ¡nada!

Él lo primero que hace, ¡es buscar el puto mando de la puta televisión!
Tu te quedas de pie en mitad de la habitación, mirándolo con la boca abierta y pensando “esto no está pasando, ¿y mi entrada triunfal? ¿y mi noche de sexo?”
Mientras que él sigue con el mando en su mano y haciendo zapping, y sólo te dice:
-¡Mira cari un canal de…! (ni le escuchas porque te has convertido en gárgola de lo alucinada que estas ante la situación)
Y al mismo tiempo piensas “¡joder se me olvidó decir al personal del hotel que escondieran el mando de la tele!”
Deberían de poner un servicio en los hoteles para las parejas que solo reservan UNA noche de hotel (que es la mayoría de las veces para lo que es) en las que al entrar te diga el recepcionista:
-          ¿Fumadores o no fumadores?
-          No fumadores
Y aquí la novedad:
- ¿Con televisión o sin televisión?
-Sin televisión por favor.
¡¿Porqué dios mío porqué?!

¿Es que acaso el mundo hotelero, odia a las mujeres que hacen sorpresas a sus novios llevándoles a una noche en uno de sus putos hoteles híper carísimos?

Entonces tu, ante el cuadro que tienes plantado, te pones a mirar el baño, el resto de la habitación… hasta que te sientas en la “pedazo” de cama (que podéis hacer todo el Kamasutra) con la esperanza de de él se de cuenta solito de que el bulto que está sentado en la cama eres tú y que quieres tema y no ver la puñetera televisión.
Entonces te mira y por lo que puede leer en tus ojos que es “apaga eso de una puta vez”
Y en fin, ya os imagináis lo que viene después. Horas y horas de sexo, en la cama, en el jacuzzi, en el suelo, en la ducha… y el tanga tan precioso y sexy que te compraste acaba roto de la pasión de tu chico que te lo arranca… y es entonces, sólo entonces, cuando estas encantada de a ver hecho esa reserva esa noche en el hotel.

Si te pasa algo parecido cuando vas con tu chico a un hotel escríbelo en los comentarios.
Un beso para todas y la próxima semana más.
Espero que os haya gustado.
BESOS

3 comentarios:

  1. Venga yo comento... jejej el problema esq nunca me ha pasado eso, pero si en otras muchas situaciones!! hay veces que no les llega para mas eh..? xD
    un beso veroo!

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  2. yo reconozco que me ha pasado lo mismo...
    lo lleve a un hotel para nuestro aniversario y lo primero que izo al entrar por la puerta de la habitación fue coger el mando y lanzarse a la cama! Hasta que no acabo el maldito programa o serie que se dedico a ver, no estuvo por la labor..
    QUE RABIA DA CHICAS!

    P.D: Propongo hacerles lo mismo cuando sean ellos los que deciden llevarnos a un hotel, haber que tal sienta la cosa, aunque, ya veremos si somos capaces porque las chicas somos mas romanticonas!

    Un besazo! por cierto, no conocía este blog tuyo vero, no me abría enterado... Pero la vdd que me ha gustado mucho!

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  3. En las últimas olimpiadas, estábamos de vacaciones en Menorca... vimos más baloncesto que la isla!!!!! Pero bueno, España quedó segunda... jajajajaj!!

    Besitos!

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